¿Qué tienen en común personajes tan
dispares como Rafa Nadal, Leonardo Da Vinci, Messi, Mozart, Beethoven o Barack
Obama? Destacar en sus profesiones y ser zurdos. La lista es bastante extensa. Este hecho siempre suscita comentarios por
parte de padres y profesores desde el inicio
de la etapa escolar. No hace tantos años y en particular en medios rurales, se
solía obligar a los niños a escribir con la mano derecha. En Francia se
implantó un programa de reeducación hace unos años para reeducar a adultos que
habían sido zurdos contrariados que
llegaron a manifestar dificultades con el lenguaje.
El termino latino sinester da lugar a siniestro y no
resulta atractivo sin contar otras connotaciones. Ser zurdo tiene que ver
principalmente con el predominio ocular, es decir qué ojo utilizamos al mirar
por una mirilla, por ejemplo y también por el predominio del hemisferio derecho
para el lenguaje.
¿Cuál es la proporción de zurdos en
la población? Las cifras pueden variar según las fuentes consultadas, porque
también hay personas que realizan ciertas actividades con la mano izquierda,
aunque escriban con la derecha. Teniendo en cuenta no sólo a los zurdos
integrales, nos situamos en torno al 12%.
En ciertos deportes es toda una
ventaja: tenis, esgrima, boxeo, tenis de mesa, cricket… no sólo a nivel
técnico, sino que la trayectoria profesional
al más alto nivel resulta más larga. Son capaces de hacer una mejor lectura
anticipada de las jugadas y sus respuestas
son menos previsibles para los contrincantes.
No sólo en el deporte, sino en la
música, también hay ventajas. En general, los zurdos manejan mejor la mano
derecha que los diestros la izquierda. Presentan una mejor memoria para el
ritmo gracias a que esta competencia depende del hemisferio derecho del cerebro
que es dominante en estas personas.
¿Qué podemos decir de la educación?
Un estudio realizado en 2006 por la psicóloga Charlotte Faurie de la Universidad
de Montpellier concluye que los niños zurdos presentan un mejor rendimiento
escolar, pero inferior en el ámbito social comparados con sus compañeros. En
cambio, sus compañeras no mostraban diferencias significativas. Quizás la
zurdera, el hecho de ser diferente, produce mayor ansiedad e inhibición,
particularmente en las niñas. Desde el comienzo de la educación reglada, se
debe enseñar pautas adecuadas a los alumnos a la hora de escribir y no llamar
la atención sobre “lo diferente”.
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