martes, 22 de diciembre de 2015

Oriente frente a Occidente: cuestión de números


La Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) fundada en 1961 agrupa actualmente a 34 países. Es la encargada de analizar distintos aspectos relacionados con el bienestar en el  mundo globalizado en el que vivimos. Los informes relacionados con la educación suelen presentar resultados parecidos en los que se refiere a habilidades matemáticas de los alumnos. Encabezan la lista de mejor rendimiento los alumnos asiáticos, seguidos de países escandinavos y Canadá. Estados Unidos se sitúa en torno a la vigésima posición próximo a España. ¿A qué se pueden deber estas diferencias? Parece que hay una serie de factores que influyen como son la lengua, el entorno familiar y los métodos pedagógicos.

Empecemos por el principio. ¿Qué habilidades numéricas muestran los recién nacidos? Se ha observado que su atención aumenta cuando tras la habituación a tres elementos, les son presentados dos, especialmente, si el cambio se muestra con diferencias entre el brillo o el tamaño. No obstante, no se observan modificaciones en la respuesta al pasar de tres objetos a cuatro. Esta capacidad también se ha observado en primates. Un simio es capaz de seleccionar la caja cuya tapa tiene dos agujeros que contiene un pastel frente a la que tiene uno que estará vacía. En esa línea puede discriminar que seis es mayor que cuatro. Desde el punto de vista antropológico se han analizado grupos étnicos amazónicos cuyo lenguaje no dispone de numerales más allá de dos o tres. Se concluye que compartimos capacidades con otras especies que no están basadas en representaciones abstractas. Esto fundamentará el desarrollo matemático posterior. Tampoco se debe olvidar que los aprendizajes se producen en un entorno cultural concreto. Hasta los tres años, el rendimiento de los niños norteamericanos es similar a la de los chinos, sin embargo, a partir de los cuatro o cinco años, la balanza se inclina a favor de los orientales. Parece ser que aquí entran en juego los sistemas verbales de numeración. Tanto chinos como coreanos utilizan el sistema de base diez, es decir, dirían diez-ocho (18) o cuatro-diez-tres (43). Pensemos en los franceses que complican más la cadena verbal con soixante-dix (60-10) o quatre-vingts-dix (4-20-10). Esta forma retrasa el aprendizaje y se convierte en una fuente de errores sin contar la influencia que tiene en la manipulación mental de cantidades. No hay que olvidar que cuanto más rápida es la verbalización de los números es más fácil de retener en la memoria temporal sin que se limiten los recursos de atención disponibles como sucede en los occidentales.

Tradicionalmente, en Oriente se ha dado una mayor importancia a la aritmética, es decir, a “contar bien” y hacer operaciones.

No podemos cambiar nuestra estructura lingüística, pero sí está en nuestra mano potenciar la práctica de la aritmética desde el entorno familiar así como en la  promoción de políticas educativas favorables al aprendizaje numérico.  

viernes, 27 de noviembre de 2015

El efecto Mozart

Uno de los genios más influyentes de la música universal ha sido Wolfgang Amadeus Mozart que demostró su talento desde temprana edad. Por este motivo, a principios de los años noventa del pasado siglo, prestó su nombre a una observación realizada por Frances Rauscher y su equipo en la Universidad de California. En su estudio utilizaron la Sonata para dos pianos en Re mayor (Kv 448) de este compositor. A continuación se pasaba un test de inteligencia y los resultados obtenidos eran superiores a los del grupo control que no había escuchado la pieza. El entusiasmo de la comunidad educativa norteamericana no tardó en llegar. Instalaron altavoces en los colegios de Florida para que los alumnos escucharan a Mozart y regalaban un Cd a los recién nacidos en Georgia. Una de las premisas del método experimental es que los estudios deben ser replicados. Hubo algunos fracasos que abrieron  otras vías de investigación. Esto permitió descubrir que no sólo Mozart sino que la música de Schubert o Bach podían tener el mismo efecto así como las canciones populares o una lectura de Stephen King. En realidad todo dependía de las preferencias de los voluntarios.

Un aspecto que había sido olvidado en los estudios es la diferencia entre la percepción pasiva o la práctica activa de un instrumento. En una investigación llevada a cabo por el psicólogo Glenn Schellenberg de la Universidad de Toronto con  alumnos de primaria que recibían clases de piano, canto o participaban en el grupo de teatro, mostró que tenían una mejoría en el desarrollo intelectual. En cambio, los que tomaban parte en obras teatrales mejoraban en sus relaciones sociales de forma significativa.

Con la práctica musical en la infancia se observa una cierta superioridad intelectual que se manifiesta aún en la edad adulta. En realidad, lo que es probable es que cualquier tipo de enseñanza complementaria ejerce un efecto positivo.  Lo fundamental es que esas actividades extraescolares sean acordes  con las aficiones de los niños y nunca se conviertan en una carga extra a las obligaciones académicas. No olvidemos que los niños también deben jugar y hacer deporte

lunes, 9 de noviembre de 2015

Descubriendo el mundo

Tradicionalmente se ha pensado que el mundo de los bebés era algo pasivo y los estudios se centraban a partir de que el niño empezaba a pronunciar sus primeras palabras. Sin embargo, resulta sorprendente cómo empezamos a descubrir el mundo y, en este caso, cómo percibimos las intenciones de los demás desde los primeros momentos meses de nuestra existencia. Es tal vez en esa etapa cuando aprendemos  proporcionalmente más que en el resto de la vida.

¿Qué métodos utilizan los ciéntificos para investigar con los bebés? Principalmente, nos referiremos a tres: habituación o mirada preferencial para comprobar su reaccion ante las novedades y la imitación para ver su capacidad de repetir las conductas que han observado en un modelo.

Se ha podido observar que a los niños de seis meses eran capaces de sacar provecho de la observación previa y ejecutaban la primera fase de la secuencia de la acción llevada a cabo por un monitor y además, eran capaces de retener esa pauta hasta venticuatro horas después de producirse la situación experimental en función de las repeticiones que hubieran observado. Sin embargo los ejercicios propuestos deben ser interesantes para el bebé lo que implica la utilización de muñecos, peluches, sonidos o efectos de luz.

Los recién nacidos son capaces de aprender a producir efectos agradables por sí mismos mediante determinados movimientos. Giran la cabeza para mamar y ya atienden la voz de su madre frente a otras mujeres. Captan también la relacion entre sus movimientos y los efectos en el entorno. Otra cuestión sería si tienen consciencia de ser los causantes de esos efectos.

Antes de cumplir el primer año anticipan mentalmente los efectos de sus movimientos y utilizar su experiencia observadora para dirigir sus actos.  En ese momento desarrollan gestos comunicativos como señalar con la mano y atender a los gestos y las miradas de otros. Hacia los dos años reconocen las relaciones entre acciones y efectos, es decir, se dan cuenta de los cambios frente a una determinado efecto esperado.


La proxima vez que vean un bebé no olviden cuan interesante es el proceso por el que vamos descubriendo el mundo. 

miércoles, 14 de octubre de 2015

Una auténtica educación protectora

Se dice que los niños llegan con un pan debajo del brazo. En estos tiempos no siempre es así, pero lo que está claro es que no vienen con un Manual de Instrucciones para saber educarlos. La mayor parte de los padres intentan hacerlo lo mejor posible, pero es una tarea muy complicada que exige una gran responsabilidad.

Un aspecto importante es fomentar en ellos la independencia y la curiosidad. Desde el principio se traza un plan determinado con horarios de sueño, alimentación y juegos. Más tarde, se les ofrecen juguetes educativos adecuados a su edad. Sin embargo, cuando alcanzan la adolescencia, muchos padres se lamentan de ver que sus hijos son pasivos, carentes de ideas y de motivación. Manifiestan dificultades para planificar y organizar actividades por su cuenta. Ambas capacidades son fundamentales en el aspecto educativo a la hora de estudiar para exámenes o presentar trabajos. Da la impresión que los niños y los jóvenes esperan a que sean los demás quienes tomen la iniciativa por ellos. A veces les falta “chispa”.

¿Qué se puede hacer? Una buena respuesta sería la de ofrecer una educación protectora desde los primeros momentos de la vida manteniendo una independencia apropiada en cada etapa y transmitiendo otros valores como la solidaridad o el diálogo.

Hay que crear un vínculo seguro con al menos una persona de referencia desde los primeros meses. Generalmente suelen ser los padres. Ese primer vínculo emocional determinará en gran medida sus futuras relaciones con los demás.  Además, será el punto de partida para descubrir su entorno por propia iniciativa en un contexto seguro. Hacia los nueve meses, el bebé es el que da el primer paso mostrando objetos o señalándolos para llamar la atención del adulto. Por medio de esa atención compartida refuerza ese vínculo al tiempo que reclama una respuesta por parte de la persona de referencia. Ese contacto emocional resulta fundamental para el aprendizaje. Se ha comprobado como los niños aprenden más rápido una palabra si además la persona con la que ha establecido el vínculo se la dice con entusiasmo o le muestra el objeto.

Desgraciadamente, muchos padres “dejan” la educación de sus hijos a la televisión. Se ha observado que estos niños presentan un retraso importante en el lenguaje algo que se traducirá probablemente en dificultades académicas. Como se indicó anteriormente, sin dedicación emocional no se aprende. Dejar a un niño viendo dibujos animados en Inglés no va a garantizar que aprenda esta lengua si no interactúa en ese idioma. No olvidemos que el lenguaje implica comunicación.


Por otro lado, los métodos educativos dejan poco espacio a la exploración y al fomento de la curiosidad o la independencia. La mejor forma de contrarrestar estas carencias es la educación protectora y segura sin caer en la sobreprotección. 

jueves, 25 de junio de 2015

¡Felices vacaciones!


En 1985, Michael Argyle, miembro del Departamento de Psicología Experimental de la Universidad de Oxford, publicó La psicología de la felicidad. En esta obra recoge los resultados de las investigaciones llevadas a cabo hasta ese momento en relación a un tema que siempre ha interesado al ser humano, y del que la Filosofía se ocupó de analizar durante siglos. La familia, los amigos, el éxito profesional, la salud…y el ocio al que dedica un capítulo como uno de los elementos importantes en la felicidad.

Las vacaciones son el momento para dedicarnos a hacer todo aquello que durante el resto del año no es posible por falta de tiempo. Sin embargo, no se debe confundir el ocio con estar ocioso, es decir no hacer nada. Hay que dedicar tiempo al descanso, pero es muy recomendable fomentar un ocio enriquecedor.

Tanto la ciudad como la montaña o la playa ofrecen la oportunidad de realizar todo tipo de actividades muchas de ellas en familia y al aire libre. Es una buena ocasión para recuperar esos juegos de mesa tradicionales guardados en los armarios cuyo valor educativo se relaciona con  capacidades como el lenguaje, el razonamiento, el uso de estrategias numéricas, coordinación visomotora así como el manejo de reglas o la interacción social. Practicar idiomas, visitar museos, hacer trabajos manuales, figuras de papel (papiroflexia), rompecabezas, juegos de ingenio, experimentos caseros, ir al cine, al teatro, tocar un instrumento musical, pintar, aprender a cocinar, practicar deportes, entre otras actividades, sin olvidar la lectura…

La naturaleza también ofrece la posibilidad de conocer la flora o la fauna (observación de aves, insectos) si se pasan las vacaciones en un pueblo o recordar en la playa lo que se ha aprendido sobre las mareas, los peces, intentar hacer nudos marineros… Lejos de la ciudad las estrellas se hacen más visibles y es posible con una buena guía ponerles nombre o disfrutar de la lluvia de estrellas conocida como las Lágrimas de San Lorenzo. ¿Qué mejor sitio para aprender sobre los animales que un zoo o sentir algunas leyes de la Física en un parque de Atracciones?

Especialmente,  si han aprobado el curso, a los niños les cuesta hacer cuadernos de vacaciones. Sin embargo, cuando el aprendizaje se realiza de una forma más amena y directa es una fuente de motivación.

Dentro de un par de meses con “la vuelta al cole”, los expertos dirán que hay que volver a la rutina de forma paulatina. Sin embargo, el resto del año, deberíamos comprometernos a no estar ociosos y dedicar más tiempo al ocio, pero al que nos aporta algo de verdad.



¡Feliz verano!

martes, 9 de junio de 2015

El Ciberbullying:una nueva forma de acoso escolar

Recientemente nos hacíamos eco en estas páginas de la triste desaparición de una joven en un instituto de Madrid que venía sufriendo episodios de acoso escolar. En esta ocasión analizaremos una nueva forma de maltrato en la que se utilizan los dispositivos móviles, internet o las redes sociales: el Ciberbullying. Evitar que estos episodios puedan repetirse requiere un trabajo de toda la comunidad educativa, las familias y los medios de comunicación.

Está claro que entran en juego procesos de desarrollo moral que deben ser revisados en el aula para evitar que un sujeto se convierta en ciberagresor socavando la dignidad de la víctima. Es fundamental convertir a los alumnos en protagonistas de la prevención para que aprendan a gestionar aspectos emocionales, conductuales y también cognitivos en lo que juicios morales se refiere.

El mundo virtual, en cierta forma, facilita el acoso debido a que no existen límites para llevarlo a cabo. Se puede hacer desde el anonimato y así se evita cualquier sentimiento de culpa o empatía hacia la victima, ya que no se observan directamente las consecuencias. Se la llega a ver como un objeto con el que puede hacer lo que quiera y permite llegar a una audiencia más amplia… En muchas ocasiones, los ciberagresores pueden disimular mejor su conducta que el agresor presencial. Es más complicada la detección de estas conductas por los adultos. El agresor manifiesta una posición de poder sobre el agredido quien alcanza un punto máximo de vulnerabilidad, ansiedad e indefensión aprendida  ya que le es más difícil defenderse de los ataques, puesto que no sabe cuándo pueden producirse. Generalmente, suele tratarse de alguna persona cercana a su entorno.

Es fundamental trabajar el acoso escolar tanto en su forma presencial como a través de las redes o Internet. Se puede recurrir a Hermanos Mayores o Cibermentores para educar en medidas de autoprotección y conocimiento del alcance de las redes debido, por ejemplo, a los peligros acerca de colgar ciertas  imágenes o dar información personal comprometedora, entre otros. Sería deseable que los padres supieran qué hacen sus hijos delante de la pantalla y que hubiese la máxima comunicación y confianza entre ellos para dar la señal de alarma ante cualquier problema.  También hay que estrechar los lazos entre las familias y el profesorado para llevar a cabo este proyecto común. El curriculum debe incluir un análisis de los contenidos virtuales en función de criterios morales relacionados con la empatía,  la concordia, el altruismo, la justicia, la reciprocidad, la cooperación, el respeto a los derechos de los demás, entre otros valores deseables relacionados con la convivencia. No se debe olvidar la realización de un protocolo donde se recojan también las medidas disciplinarias en caso que se produzca algún incidente y también la forma de reparación del daño.

Recordemos que no sólo la comunidad educativa se enfrenta a este problema, sino que cualquier persona puede ser víctima de esta nueva modalidad de acoso. Sin embargo, si la educación y la prevención se lleva a cabo desde las aulas, también el resto de la sociedad saldrá  ganando a corto plazo


martes, 26 de mayo de 2015

El lado más triste de la violencia

Esta semana conocimos la noticia del suicidio de una joven de 16 años que sufría acoso escolar en un instituto de Madrid. Desgraciadamente, no es el primer caso que termina con este desgraciado final. Es el momento en el que se trata de buscar culpables. Sin embargo, lo importante es preguntarnos cómo se llega a producir el acoso y qué podemos hacer tanto las familias, las instituciones educativas, los medios de comunicación y la sociedad en general, para evitar estos lamentables sucesos.

La violencia se produce entre los alumnos, pero también entre alumnos y profesores y éstos últimos también pueden sufrir ataques por parte de los padres tanto física como psicológicamente.

¿Qué pasa por la mente del acosador? En general, no padecen una patología mental grave diagnosticada, pero sí una gran falta de empatía, llegando incluso a “culpar” a sus víctimas del acoso al que la someten por “provocarles”. Es lo que se ha denominado en psicología tener el locus de control externo, es decir la atribución de la propia responsabilidad a otras personas o causas. El típico ejemplo sería el del alumno que no aprueba un examen y lo justifica diciendo que  “el profesor le tiene manía” o porque “le han preguntado un tema que no habían explicado” o que “no entraba en la prueba”… La falta de empatía puede tener un correlato neurológico por presentar una amígdala hiperactiva entre otras causas, pero no es definitivo. Veamos otros factores.

Otra cuestión que merece analizar es el hogar. Detrás de un alumno problemático puede haber un padre autoritario, poco afectuoso que impone sus normas. Por otro lado, esta generación de padres permisivos que complacen en todo a los hijos les acaban convirtiendo en niños egoístas, autoritarios que creen  merecerlo todo y necesitan obtener una gratificación inmediata. Carecen de la cultura del esfuerzo y presentan una baja tolerancia a la frustración. Los agresores tienen además una gran facilidad para manipular tanto a los padres como a los maestros. Lo ideal es abogar por una educación democrática en el que se enseñen con cariño las normas y valores de convivencia en el respeto a todos sin dejar de fijar los límites.

En el centro escolar, los profesores no suelen tener los conocimientos suficientes para manejar con soltura situaciones conflictivas, por lo que necesitarían más formación en este aspecto y contar con profesionales de apoyo especializados en este tema. La palabra autoridad procede del latín augere que significa ayudar a crecer. Ésa es precisamente la tarea que tienen por delante tanto los padres como los profesores.

Los medios de comunicación también deberían poner su granito de arena, puesto que los modelos que presentan como triunfadores no siempre corresponden a personas que puedan ser consideradas buenos ejemplos para la sociedad.


Lo principal es prevenir el conflicto, pero si llega a producirse es importante trabajar con las familias, los centros escolares y prestar la atención psicológica necesaria tanto a la víctima que puede sufrir depresión, soledad y también al agresor para ayudarle a modificar su conducta. Es un trabajo complicado, pero merece la pena intentarlo por el bien de todos.

miércoles, 6 de mayo de 2015

Percepción y aprendizaje

Procesos como la lectura, la escritura y el cálculo son la base de la formación educativa y resulta indiscutible el papel de la percepción sensorial en estos aprendizajes. Si existen problemas más graves de visión o audición, es necesario recurrir a ciertas adaptaciones para adquirir estas destrezas. Pero, ¿qué ocurre con sujetos que presentan dislexia o discalculia? En estos casos, no existen alteraciones significativas en los órganos sensoriales y el desarrollo del niño es normal llegando a presentar un cociente intelectual por encima de la media.

Recordemos que el proceso de lectura requiere por parte de nuestros ojos la realización de unos movimientos llamados “sacádicos” que consisten en una especie de “saltos” o “sacudidas” dirigidos por el cerebro para realizar un “escaneo” ordenado de las palabras. Parece ser que los niños con retraso lector muestran mayores dificultades a la hora de controlar la atención de la mirada. De hecho, en estudios con jóvenes disléxicos de 20 años se ha observado un índice mayor de errores en pruebas en el laboratorio. Por este motivo, en la reeducación se trabaja con ejercicios en los que se tiene que fijar la vista en un punto mientras se intenta aumentar la amplitud visual sobre el renglón. Con un entrenamiento regular, el cerebro “aprende” a ejercer un mayor control disminuyendo los fallos en la lectura. Otra forma de adiestramiento que ha resultado eficaz es la de seguir con los ojos un símbolo que aparece en la pantalla cambiando de posición y aumentando la velocidad. Los resultados apuntan a que un dominio insuficiente de la mirada incide de forma negativa tanto en la lectura como en la escritura.

Otro aspecto muy analizado en la dislexia es el de la conciencia fonológica, es decir, la habilidad para diferenciar sonidos o sílabas parecidas en el lenguaje oral (como ba y pa). De hecho, resulta conveniente trabajar con los alumnos estos aspectos para mejorar su rendimiento en la lectura. La diferenciación de tonos o el reconocimiento de pausas sonoras resultan más complejas para niños con retraso lector. Nuevamente, los estudios muestran que el cerebro es capaz de mejorar estas capacidades con el adiestramiento adecuado, incluso en la edad adulta.

En la discalculia, es decir cuando aparecen dificultades para asimilar conceptos matemáticos y avanzar en el cálculo, tienen una gran implicación los procesos sensoriales. Para desarrollar el concepto de número y saber que una cifra refleja una cantidad concreta es necesaria la captación simultánea de cantidades. Se refiere a ser capaces de reconocer el número de objetos sin contar. Resulta curioso, pero algunos animales, en particular los cuervos, llegan a diferenciar hasta cinco elementos. Regresando al laboratorio, los sujetos con dificultades en el cálculo necesitan más tiempo y cometen más errores en esta tarea. No obstante, se ha visto como con el entrenamiento regular adecuado durante unas semanas, se observa una mejoría en la realización de esta prueba y, por consiguiente, en el rendimiento matemático.


Con esfuerzo y el entrenamiento adecuado podemos superar las dificultades y nuestro propio cerebro puede convertirse en un gran aliado.

miércoles, 22 de abril de 2015

Efemérides

“Lee y conducirás. No leas y  serás conducido”

Estas palabras fueron escritas por Santa Teresa de Jesús cuyo quinto centenario se celebra este año programándose eventos de diversa índole para recordar la figura de una mujer con una salud débil pero con un  espíritu fuerte. En una época en la que la mayor parte de la población era analfabeta, en especial las mujeres, ella fue una lectora incansable desde su más tierna infancia. Además procuró que el resto de monjas también tuviera acceso a la lectura. En su infancia, leía biografías,  clásicos y  libros de caballería que tal vez despertaran en ella ese instinto aventurero que la llevó a fundar 17 conventos en 20 años.

Actualmente, al menos, los afortunados que vivimos en el llamado Primer Mundo, tenemos acceso a los libros, incluso de forma gratuita, disponiendo del carnet de bibliotecas o en Internet. No obstante, hay que seguir fomentando el gusto por la lectura comenzando desde la infancia sin convertirla en una obligación. Debería ser un hábito diario para todos. Muchos padres exigen a sus hijos lean cuando ellos no lo hacen con regularidad.  Se debe predicar con el ejemplo. Por supuesto, la lectura debe ser adecuada a cada edad y por supuesto, también tener en cuenta el gusto del lector.

Un alumno que lee con regularidad tendrá mejor ortografía, un vocabulario más amplio que le permitirá expresarse con orden y claridad en sus trabajos y exámenes sin contar los conocimientos añadidos sobre temas de su interés.  Todo ello facilitará un mejor rendimiento escolar. Si se detectara un problema de retraso en la lectura debería tratarse lo antes posible de forma que se solvente antes de enfrentarse a contenidos académicos más exigentes. También hay estudios que corroboran que tocar un instrumento musical favorece la lectura.

Hoy 23 de abril se conmemora el Día del Libro. La mejor forma de celebrarlo será abriendo la primera página de ese libro que lleva tiempo esperándonos con paciencia y hacer caso a Santa Teresa:

"Leer, leer y leer: como el comer para el cuerpo”

miércoles, 8 de abril de 2015

“No quiero ir a clase”

Eran otros tiempos y el maestro riñe a un alumno delante de sus compañeros. “¡Burro!” – le llama. Tomás sale corriendo y cuando llega a casa, le dice a su madre que no volverá a clase. Efectivamente, lo cumplió porque nunca más pisó un aula. Este hecho ocurrió a mediados del siglo XIX y fue protagonizado por Thomas Alva Edison; el hombre que patentó más de mil inventos. Cuando se profundiza en su biografía no sale muy bien parado, dicho sea de paso. Hoy en día, es más difícil que los padres sean tan “comprensivos” como los del inventor norteamericano.

Debemos distinguir entre el miedo a ir a la escuela, en la que es el colegio en sí o la fobia en la que la escuela viene a tener un papel más secundario. Hay niños que pueden sufrir ansiedad por la separación de sus figuras de apego, generalmente los padres, tener problemas de aprendizaje, de conducta o concentración. Generalmente, suelen darse formas mixtas. Los que tienen fobia a ir a la escuela aceptan hacer deberes en casa o preparar trabajos. Sin embargo, empiezan a encontrarse mal camino del centro escolar presentando dolor de cabeza, desórdenes estomacales y otros problemas psicosomáticos que desaparecen cuando regresan con sus padres. Estos niños pueden sufrir pesadillas, ser más tímidos o introvertidos con sus compañeros, mientras que en casa, a veces pueden mostrarse agresivos.


La sobreprotección durante los primeros momentos de la vida, puede ser otra causa del rechazo a ir a la escuela sin contar otros problemas familiares tales como el divorcio de los padres o el hecho de asumir ciertas responsabilidades a edad temprana.

Resulta importante acudir a un especialista para dar solución a esta situación lo antes posible. El tema debe ser tratado con tranquilidad por los padres cuando dialogan con sus hijos. En algunos casos excepcionales, puede ser necesario recurrir a tratamiento farmacológico si aparece la depresión.

El miedo a ir a la escuela puede estar originado por el temor al fracaso o por un exceso de exigencia por parte de los adultos. Suele tener lugar al inicio de la enseñanza secundaria. Muchos niños con un nivel de inteligencia, incluso superior a la media, pueden tener miedo  debido a la ausencia de elogios, desinterés…

Se recomienda que los niños vayan a clase acompañados de amigos o con otras personas, no necesariamente sus padres. Si por las mañanas dice que se encuentra mal, debe ser atendido sin ser cuestionado y promover la confianza con algún profesor al que se pueda dirigir. En caso de no acudir al colegio, es mejor que permanezca en cama y no realizando actividades que le resulten agradables como jugar o ver la televisión. No hay que olvidar animarle por su esfuerzo cuando, a pesar de haber llorado o quejado por la mañana, haya acudido a clase.


No sólo el papel de los padres o del terapeuta es fundamental, sino el de los profesores. Sin embargo, también a veces, los docentes se encuentran agotados, “quemados” sin ganas de ir al “cole”… pero ésta es otra cuestión.

martes, 10 de marzo de 2015

¿ES POSIBLE TENER FOBIA A LAS MATEMÁTICAS?

Efectivamente, algunas personas evitan cualquier actividad relacionada con los números, incluso las cotidianas, como comprobar la cuenta en un restaurante o el cambio en el supermercado.

Contrariamente, a lo que cabría pensar, la aritmofobia no se debe a una falta de habilidad en el cálculo. El sujeto manifiesta tensión, miedo, palpitaciones como es habitual en las fobias. Esta respuesta tiene una base neuronal según ha quedado demostrado en diversos estudios realizados en la Universidad de Chicago. La amígdala, centro del miedo en nuestro cerebro, se activa en estos sujetos, mientras que las áreas encargadas del razonamiento matemático interrumpen su funcionamiento. Se ha observado también- incluso en individuos de alto rendimiento-, un bloqueo en la memoria operativa, es decir la responsable de almacenar la información de forma temporal y solucionar problemas. Se ha registrado el aumento en la concentración de cortisol, hormona relacionada con el estrés en una situación sostenida, cuando se enfrentan a pruebas numéricas. En ocasiones, la simple idea de realizar cálculos, suponía mayor actividad en las áreas cerebrales relacionadas con el miedo. En 2012, el equipo de Vinad Menon de la Universidad Stanford en California, llevó a cabo un estudio sobre este tema con niños entre 7 y 9 años obteniendo resultados similares a los indicados anteriormente. Explican que las personas con aritmofobia, disponen de menores recursos para el procesamiento cognitivo de la información.

Otra investigación británica concluyó que las chicas padecían más miedo a las matemáticas y a los exámenes que sus compañeros. Sin embargo, las puntuaciones no eran muy diferentes en los resultados de las pruebas. A veces, se fomenta la idea de que las chicas son mejores en asignaturas “de letras” y los chicos son mejores en cálculo y ciencias.
¿Qué se puede hacer?

Sería recomendable ayudar a los alumnos a reconocer sus reacciones de miedo y dotarles de estrategias de control cognitivo para enfrentarse a esos momentos. Por otra parte, en el caso de niños pequeños es importante que los padres se impliquen en resolver con ellos  problemas adecuados al nivel de sus hijos con el fin de reforzar la autoconfianza. No cabe duda que el aprendizaje de las matemáticas requiere el desarrollo de unas capacidades específicas. Si observamos el currículo de los primeros años, aparecen contenidos que requieren la comprensión de conceptos que todavía no han sido adquiridos. No olvidemos en este sentido las etapas de desarrollo cognitivo propuestas por Piaget.

Las matemáticas exigen una buena comprensión de conceptos y el trabajo diario durante unos 20 minutos de manera concentrada. Es importante fomentar tanto en casa como en el aula, juegos como las cartas o el ajedrez, entre otros y por supuesto, mostrar como realmente esta ciencia exacta inunda nuestra vida. La mayor parte o todos los avances tecnológicos tienen una base numérica, sin contar su implicación en otras disciplinas.

En Internet se puede encontrar una gran variedad de recursos como www.smartick.es para niños de 4-12 años, así como academias virtuales como www.lasmatematicas.es o kahnacademy.org donde se puede encontrar tanto un plan de estudio como  ejercicios o juegos.  Otro portal interesante es www.divulgamat.net de la Sociedad Matemática Española, así como www.mathex.org (en inglés)


No vamos a negar la dificultad de esta asignatura ni todos van a estudiarla en la Universidad, pero sí está al alcance de todos llegar a un nivel aceptable de competencia. ¡Sin miedo!

miércoles, 25 de febrero de 2015

La última lección de un maestro

Esta semana saltaba a los medios de comunicación una triste carta  publicada en el New York Times. Oliver Sacks consciente de su grave estado de salud se despide sin aspavientos, de forma serena y emotiva. Este londinense de 81 años, profesor de la universidad de Nueva York es uno de los más importantes neurólogos  de nuestra época. Conocido por el gran público por obras como Despertares, llevada al cine en 1990 o su colaboración en Rainman, la oscarizada película interpretada por Dustin Hoffman y Tom Cruise o el ya clásico, El hombre que confundió a su mujer con un sombrero, entre otras, ha sido capaz de acercar al gran público el apasionante funcionamiento de nuestro cerebro, mediante casos sorprendentes. De hecho, en El Hombre que confundió a su mujer… narra su encuentro con un paciente aquejado de Prosopagnosia, trastorno que impide reconocer rostros y que al abandonar la consulta intentó ponerse como sombrero la cabeza de su esposa.

En estas páginas que habitualmente dedicamos a temas relacionados con el aprendizaje, en esta ocasión nos referiremos al Síndrome de Williams. Según Oliver Sacks: “Indudablemente, el Síndrome de Williams proporciona un cuadro típico de cómo determinada dotación genética puede formar la anatomía del cerebro y cómo ésta, a su vez causar especiales fuerzas y debilidades, rasgos de personalidad y quizás también la creatividad”.  Este síndrome fue descrito a mediados del siglo XX y afecta a uno de cada 20000 nacimientos debido a una alteración en el brazo largo del cromosoma 7. Las consecuencias se manifiestan en el desarrollo físico presentando problemas cardiovasculares y en el plano cognitivo con dificultades en el pensamiento abstracto o en las habilidades espaciales. Su inteligencia suele estar situada unos 35 puntos por debajo que el resto de sujetos. Su aspecto físico también resulta llamativo: cabeza pequeña, frente ancha, ojos muy separados, labios gruesos, mentón pequeño, orejas algo puntiagudas. Suelen ser extravertidos, tener buena competencia lingüística, son afectuosos…Sin embargo, debido a que la amígdala (área del cerebro fundamental para las emociones y el temor) no se activa, interpretan todas las expresiones como amigables, lo que puede complicar su interacción social dado que se les escapan ciertos matices en la comunicación. No obstante, lo que más llama la atención de estos sujetos es su gran talento para la música. Muchos de ellos tienen oído absoluto y una gran facilidad para la interpretación.  Es fundamental que reciban un diagnóstico precoz y sean tratados por un equipo multidisciplinar, especialmente durante la etapa escolar.

Casos especiales como estos son los que ha dado a conocer Sacks a lo largo de su vida como divulgador científico. En el tiempo que le queda “quiere profundizar en amistades, viajar y también escribir”…  y añade- “he sido un ser sensible, un animal pensante en este hermoso planeta, y eso por sí sólo ha sido un enorme privilegio y una aventura”. ¡Para quitarse el sombrero,  Maestro!

lunes, 9 de febrero de 2015

¿Qué hay detrás de las altas capacidades?

Imaginemos por un momento que nos vamos a un aula de finales del siglo XVIII.  El profesor Büttner intenta explicar algo en clase de Aritmética. Los alumnos no prestan atención y están hablando. ¿Fácil verdad? Agotada su paciencia, decide poner un ejercicio extra a modo de castigo: “Sumad de forma consecutiva los números del 1 al 100.”  Mientras algunos se disponen a realizar las operaciones,  un alumno muestra su pizarrín con la respuesta: 5050.   ¿Cómo es posible? El niño explica que si se suma 1+100= 101, 99+2=101 y así sucesivamente resultan 50 parejas. La operación se reduce a multiplicar: 101x50= 5050  Quien dejó boquiabierto a este profesor fue Carl Friedrich Gauss, que posteriormente, fue considerado el Príncipe de las Matemáticas. Le debemos su famosa campana tan utilizada en estadística, entre otras aportaciones. Son muchos los ejemplos que podríamos citar de jóvenes talentos, de los que hablaremos en otra ocasión, pero ahora nos vamos a centrar en qué nos responde la ciencia acerca de lo que hay detrás de esas altas capacidades.

Los neurólogos utilizan diferentes técnicas tales como la Electroencefalografía (EEG), la Tomografía por Resonancia Magnética o de espín nuclear o la Tomografía por Resonancia Magnética funcional (TRM). Parece que los superdotados extraen con más facilidad los datos relevantes del problema para la solución. Su mente se adapta y trabaja de forma flexible aprovechando al máximo la  limitada capacidad de la memoria operativa tardando menos tiempo y con menos esfuerzo que los individuos normales. La investigación apunta a que en períodos de descanso, en cambio, el cerebro del sujeto con altas capacidades, realiza un  mayor trabajo que el del grupo de sujetos del grupo control. En tareas complejas, tanto los lóbulos frontales y temporales trabajan de forma conjunta así como ambos hemisferios. Esto ocurre con mayor intensidad en los superdotados. 


No siempre es una ventaja ser superdotado, ya que estos sujetos también requieren una atención especial para satisfacer sus necesidades educativas  y emocionales a lo largo de su desarrollo. No olvidemos que es la escuela la que debe adaptarse al alumno para que consiga el mejor rendimiento académico. Tengamos presente que una inteligencia normal basta para obtener resultados académicos brillantes gracias a la motivación, al esfuerzo, el trabajo y la constancia.

martes, 27 de enero de 2015

Aprender jugando


El juego siempre ha sido un elemento fundamental  para el aprendizaje. Podemos observar en el reino animal como las crías practican habilidades que luego utilizarán en la edad adulta.  En las excavaciones arqueológicas han aparecido muñecas articuladas, dados, cerámica y los niños en la Edad Media jugaban “a las batallas” por mencionar algunos ejemplos. Los juguetes también han definido los roles correspondientes a cada sexo marcados por las normas sociales establecidas en cada época. Los tiempos cambian y el ordenador, tanto como otros dispositivos han transformado nuestra vida cotidiana y la forma de jugar. Muchos padres aprovechan este interés para que los niños se beneficien de software educativo que apoye el proceso de aprendizaje de forma lúdica. ¿En qué medida resultan eficaces? La investigación es reciente y la respuesta resulta compleja, puesto que influyen muchos factores. Por una parte, el niño, el juego, y por otra si juega solo o acompañado de un adulto. Es importante que los contenidos pedagógicos sean sencillos, fáciles de comprender y adaptados a la edad del usuario sin descuidar la metodología didáctica. Estos son algunos de los criterios que sigue el jurado de expertos de La Sociedad para la Pedagogía y la Información (GPI) en Alemania a la hora de entregar los diplomas Comenius, concedidos a nivel europeo desde 1995 a aquellos materiales multimedia con valor educativo. Este reconocimiento, recuerda a Comenio, filósofo, teólogo y pedagogo nacido en la actual República Checa a finales del siglo XVI. Giga-Maus o Tommi también valoran la calidad de estos materiales.

La cuestión es que resulta complicado para muchos niños definir su propio plan de estudio salvo que estén especialmente motivados. Otra desventaja es que la mayor parte de ellos están diseñados para aprender en solitario, cuando parece que se obtienen mejores resultados al hacerlo en compañía. Tampoco hay que olvidar que aprender supone un esfuerzo y una elaboración por parte del sujeto, lo que parece quedar a un lado en estos juegos educativos. Hay padres que también se preguntan si sus hijos pueden convertirse en adictos al ordenador. En este caso, no parece que este tipo de juegos produzcan este efecto. Acaban siendo previsibles y tampoco invitan a jugar de forma intensa. Los niños acaban aburriéndose.  De hecho, las ventas han disminuido considerablemente en los últimos años, tal vez también  por aplicaciones que pueden ser descargadas con más facilidad en tabletas. No obstante, con carácter general los expertos recomiendan no permanecer jugando más de 45 minutos y ofrecer alternativas. La realidad virtual nos permite muchas posibilidades, pero no debemos olvidar que los libros y nuestra propia imaginación nos pueden llevar muy  lejos. 

viernes, 9 de enero de 2015

Las ventajas de las diferencias

¿Qué tienen en común personajes tan dispares como Rafa Nadal, Leonardo Da Vinci, Messi, Mozart, Beethoven o Barack Obama? Destacar en sus profesiones y ser zurdos. La lista es bastante extensa.  Este hecho siempre suscita comentarios por parte de padres y profesores desde el  inicio de la etapa escolar. No hace tantos años y en particular en medios rurales, se solía obligar a los niños a escribir con la mano derecha. En Francia se implantó un programa de reeducación hace unos años para reeducar a adultos que habían sido zurdos contrariados  que llegaron a manifestar dificultades con el lenguaje. 

El termino latino sinester da lugar a siniestro y no resulta atractivo sin contar otras connotaciones. Ser zurdo tiene que ver principalmente con el predominio ocular, es decir qué ojo utilizamos al mirar por una mirilla, por ejemplo y también por el predominio del hemisferio derecho para el lenguaje.

¿Cuál es la proporción de zurdos en la población? Las cifras pueden variar según las fuentes consultadas, porque también hay personas que realizan ciertas actividades con la mano izquierda, aunque escriban con la derecha. Teniendo en cuenta no sólo a los zurdos integrales,  nos situamos  en torno al 12%.

En ciertos deportes es toda una ventaja: tenis, esgrima, boxeo, tenis de mesa, cricket… no sólo a nivel técnico, sino que la trayectoria profesional  al más alto nivel resulta más larga. Son capaces de hacer una mejor lectura anticipada de las jugadas  y sus respuestas son menos previsibles para los contrincantes.

No sólo en el deporte, sino en la música, también hay ventajas. En general, los zurdos manejan mejor la mano derecha que los diestros la izquierda. Presentan una mejor memoria para el ritmo gracias a que esta competencia depende del hemisferio derecho del cerebro que es dominante en estas personas.


¿Qué podemos decir de la educación? Un estudio realizado en 2006 por la psicóloga Charlotte Faurie de la Universidad de Montpellier concluye que los niños zurdos presentan un mejor rendimiento escolar, pero inferior en el ámbito social comparados con sus compañeros. En cambio, sus compañeras no mostraban diferencias significativas. Quizás la zurdera, el hecho de ser diferente, produce mayor ansiedad e inhibición, particularmente en las niñas. Desde el comienzo de la educación reglada, se debe enseñar pautas adecuadas a los alumnos a la hora de escribir y no llamar la atención sobre “lo diferente”.